Compromiso y formación política para el cambio social
Jerónimo AGUADO, Antonio VIÑAS y David GALLAR
CAMBIO, TERRITORIO Y LIDERAZGO
Son muchos los cambios que acontecen en la sociedad donde vivimos, cambios que se producen de manera muy rápida en el contexto internacional y que diariamente afectan a nuestra vida cotidiana. Cualquiera que desee situarse de forma activa y crítica ante el mundo tiene que hacer una apuesta firme por la formación permanente, entendida ésta como un espacio donde se aprende a interpretar y reinterpretar el mundo que nos rodea para así poderlo cambiar. Aprender significa sentirse en la historia persona de pleno derecho, saberse heredera y parte, actor y consciencia.
Como personas que persiguen con afán Un mundo rural vivo necesitamos hacer de la formación una herramienta clave para asegurar la presencia activa y crítica, así como la incorporación de personas militantes (en especial jóvenes) en el conjunto de las organizaciones y movimientos sociales, haciendo mayor hincapié en aquellas de orientación campesina que están en la línea de la soberanía alimentaria. Creemos que es urgente construir nuevos liderazgos campesinos en estas entidades, que asuman y vivan en plenitud la esencia de la lucha por un medio rural, y que miren hacia los valores de la agricultura de proximidad y la ciudadanía.
LA PEDAGOGÍA LIBERADORA DE PAULO FREIRE: AURORA Y ESPEJO
Las diferentes iniciativas que los movimientos campesinos están llevando a cabo se inspiran en la visión que aporta el pedagogo brasileño Paulo Freire desde su manera de entender la educación como una práctica de libertad, título que da pie a uno de sus libros. Nacido en Recife (1921), destaca por su labor de alfabetización en comunidades rurales latinoamericanas y africanas, proponiendo un método de lectoescritura que incorpora la dimensión política (no hay texto sin aprehender el contexto) y creativa del individuo. Mi visión de la alfabetización, vino a decir, va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado. En sí misma, esta manera de afrontar la generalidad del acto educativo como un hecho de investigación y comunicación entre iguales (de liberación y descubrimiento, no de adoctrinamiento, sí de educación popular) conduce a que su pedagogía sea considerada como una de las perspectivas más renovadoras en materia de educación del siglo XX.
La formación se plantea como un acto político de orientación de personalidades hacia una aprehensión y cambio de la realidad rural/urbana actual. Y todo ello desde un visionado crítico y unas prácticas coherentes con una revisión del valor histórico de lo campesino y de la soberanía alimentaria. La educación ha de producir un efecto de desarrollo personal liberador y solidario; es decir, que la formación en y para la nueva cultura rural emprendedora debe permitir al individuo no solo adiestrarse en habilidades de carácter técnico-práctico, sino relanzarlo hacia actitudes de motivación hacia el aprendizaje permanente y a la transformación social de su entorno.
Si el sistema económico-laboral solo piensa en términos de adaptación-entrenamiento, los procesos formativos que se generen desde las propuestas campesinas debieran orientarse hacia dinámicas de denuncia y anuncio, de pronunciamiento y transformación, de aprendizaje, creación y cambio social, teniendo como referencia la cultura de la tierra: la agricultura.
UNIVERSIDAD PARA EL MUNDO RURAL
La Universidad Rural Paulo Freire (URPF), después de un profundo debate de varios años, nace en 2006 en el Estado español como un proyecto educativo que parte del reconocimiento de la vida campesina, de la valorización y validación del saber popular y del saber práctico, de la experiencia como punto de partida de la educación y la creación sociocultural. Existen en el medio rural personas con un cúmulo de conocimientos de carácter empírico que, por su experiencia de vida y de trabajo, han venido desarrollando propuestas concretas dentro del campo de la producción sustentable. Y estas experiencias requieren ser tenidas en cuenta por el ámbito institucional a la hora de validar tecnologías apropiadas y esenciales en la actualidad para desarrollar el concepto de sustentabilidad. Volver a descubrirlas y rescatarlas para que no nos sigan allanando el saber y lo conviertan en un erial uniforme es un objetivo esencial en esta tarea educadora. Como diría Freire: ser, para que no sean por mí y afirmar la sabiduría rural y universal de los pueblos. Nos situamos en una perspectiva social de la ciencia y la investigación: el conocimiento como construcción colectiva entre iguales.
La URPF es el resultado de un proceso de resistencia y de toma de conciencia del valor de la cultura rural. Somos grupos diversos, de diferentes comarcas y regiones, como diversa es la realidad y la riqueza de los lugares donde vivimos y trabajamos. A todos nos identifica la lucha por mantener vivos nuestros pueblos, a pesar de su actual decadencia; vivas nuestras agriculturas, a pesar de su constante desmantelamiento tras la imposición del modelo agroindustrial; vivos nuestros ecosistemas, a pesar de su galopante deterioro; y, sobre todo, la creencia firme de que vivir en el medio rural merece la pena.
Nuestra apuesta es clara, la URPF es:
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- un instrumento más para favorecer procesos que construyan un desarrollo a escala humana, donde la sustentabilidad ecológica sea la base de la vida en armonía con todos los seres vivos y la interculturalidad sea un valor y no un problema, donde se favorezcan las relaciones armoniosas entre hombre y mujer,
- donde se creen estructuras sociales que construyan la democracia participativa y radical,
- donde la solidaridad llene de sentido comunitario nuestra vida, y
- donde el conjunto de bienes y servicios sean patrimonio común de la humanidad.
En este contexto, se concibe desde la perspectiva de un desarrollo rural integral. Es decir, aquel que, partiendo de un paradigma conflictivista, se configura como estrategia y metodología de planificación que persigue la organización autosuficiente de las comunidades rurales, en base a procesos de formación críticos, concientizadores y transformadores. Es un modelo de desarrollo comunitario, solidario y sustentable y, por lo tanto, este planteamiento implica cambios profundos sobre la estructura social del sistema que afectan a una redistribución justa de la riqueza.
LA ESCUELA DE ACCIÓN CAMPESINA
La última de las iniciativas en el Estado español es la Escuela de Acción Campesina, un proyecto de formación dentro de las organizaciones campesinas locales para avanzar en el cambio agrocoecológico hacia la soberanía alimentaria.
De manera esencial esta Escuela de Acción Campesina pretende ser un espacio para construir este sentido propio de vivencia y acción rural ligada a la agricultura como forma de vida, y su ineludible vinculación con el acto de alimentar a la sociedad y cuidar del medio ambiente desde lógicas sustentables. Se trata de fortalecer nuestras prácticas y discursos frente a una cultura alimentaria y una política hegemónica en las que prevalece una economía que se hace insostenible a todas luces, al apoyarse en los valores de la mercancía, la competitividad y la injusticia.
La Escuela de Acción Campesina se orienta hacia una formación autodidáctica, que participe del compromiso por la historia del campesinado y sus relaciones con el valor de la tierra (agricultura).
La Escuela de Acción Campesina pretende que las personas que participen en ella sean capaces de impulsar procesos de reflexión y acción colectiva hacia la restitución de la dignidad del medio rural en todos sus ámbitos.
En ese sentido, en gran medida deben desarrollar habilidades para el análisis de la realidad global aplicada a lo local y dinámicas de interlocución social y política con los grupos humanos, las entidades del entorno y las administraciones públicas. Construir liderazgo es hablar de personas insertas en procesos y organizaciones que, poco a poco, deben ir aprendiendo profundamente a escuchar las necesidades de su territorio en la propia voz de territorio. De aprender a estar arriba y abajo, dentro y fuera. De ser ave y lombriz, orilla y río, montaña y valle. De sumar acción y pensamiento.
UN ENFOQUE ESENCIAL: PLAN DE ACCIÓN, ORGANIZACIÓN Y TERRITORIO
Esta primera propuesta formativa de la Escuela basa su planificación curricular en un enfoque que ha de configurar todo el proceso educativo: la definición y ejecución de un Plan de Acción Campesina para y con la organización social y el territorio.
El Plan de Acción Campesina que debe elaborar cada alumno/a se constituye como uno de los ejes sobre el que girará el proceso de enseñanza/aprendizaje. Su definición se hará en diálogo con la organización y con la persona que desarrollará las funciones tutoriales desde el punto de vista pedagógico. Y está destinado a reconocer junto con ellos cuáles son los principales elementos y procesos de la agricultura y la soberanía alimentaria en los territorios; a partir de ahí se trata de definir de manera participativa con los agentes del territorio qué hacer para fortalecer los procesos transformadores de la organización y la soberanía alimentaria en la región. Para ello se trabajará con la alumna el manejo de las metodologías participativas. En este proceso la tríada alumna-tutora-organización es la base fundamental para ubicar la utilidad y arraigo de este Plan de Acción Campesina. Su construcción es una de las bases pedagógicas y evaluadoras del proceso de formación.
Este Plan de Acción ha de levantarse teniendo en cuenta su intencionada vocación de laboratorio para desarrollar estrategias de acción social crítica en un doble sentido: hacia la propia organización a la que se pertenece, procurando la reflexión sobre aquellos aspectos que puedan mejorarla sustancialmente desde la participación y la recreación colectiva de su misión. Y, por otro lado, teniendo como escenario el territorio para la necesaria movilización de los activos sociales. El territorio como hogar físico y social desde el que materializar dinámicas para seguir configurando una filosofía y unas prácticas de vida campesina.
MÓDULOS DE CONTENIDOS BÁSICOS
En paralelo a la construcción del Plan de Acción, la Escuela ha seleccionado una estructura de contenidos para reflexionar con el alumnado los conocimientos básicos en la tarea de comprender, impulsar y fortalecer el cambio social agroecológico hacia la soberanía alimentaria en los territorios. En este sentido, se han seleccionado seis módulos de contenidos de trabajo: La alimentación en el sistema internacional; Herramientas y metodologías de educación popular; La propuesta campesina; Aproximación a la historia agraria y sus movimientos sociales; La propuesta feminista campesina y Actores y dinámicas sociales en el medio rural.