Seguimos avanzando hacia la Soberanía Alimentaria
Cristina SANCHO
Más de 700 personas, campesinos y campesinas, indígenas, personas sin tierra y diferentes movimientos sociales, llegados de todos los rincones del planeta, nos reunimos bajo la bandera de La Via Campesina en Yakarta (Indonesia) a lo largo de diez días para construir el camino que nos ayude a crear un futuro más campesino. Y para ello, nuestra principal lucha es la construcción de la Soberanía Alimentaria para todos nuestros pueblos.
Nos reunimos para analizar y debatir el contexto actual que nos toca vivir y buscamos estrategias y alternativas a las actuales crisis: política, económica, alimentaria y ambiental, las cuales nos afectan como parte de esta sociedad, pero en especial al mundo rural.
IV ASAMBLEA DE MUJERES DE LA VIA CAMPESINA
Durante dos días, las mujeres de La Via Campesina (LVC) discutimos sobre nuestra situación dentro del contexto actual: en nuestra vida cotidiana, dentro de nuestras organizaciones, en del marco de nuestra región y finalmente en el marco global.
Compartimos nuestros avances, que han sido muchos, y cómo llegamos a estos; pero nos falta mucho por hacer para alcanzar la igualdad y el camino no es fácil, menos aún en este momento en el que las crisis nos hacen más vulnerables como mujeres y favorecen que perdamos cada vez más derechos, conseguidos a lo largo de más de 30 años de lucha.
No sólo analizamos, también encontramos muchas sensaciones: sensaciones de colores, a través de los velos de nuestras anfitrionas en un país mayoritariamente musulmán, quienes nos muestran su fuerza y sus ganas de lucha... con mucho respeto oímos al resto de Asia, donde se empieza a hablar, aunque sea muy bajito y con prudencia, del feminismo... cantamos con las mujeres de África, y bailamos con las mujeres de Las Américas... las mujeres de Europa también hacemos ofrendas a la madre tierra a través de las místicas.
Nos planteamos una cuestión en cuanto a la violencia de género, entendiendo esta violencia como física, de invisibilidad y de discriminación a través de las políticas agrarias: si el problema de la violencia hacia las mujeres no es sólo de las mujeres, sino también de los hombres, que son quienes la ejecutan, ¿dónde están los espacios de los hombres para debatir sobre machismo y feminismo?
Mientras no logremos crear estos espacios de debate, bien de forma conjunta o por géneros, no podremos llegar a una resolución definitiva del conflicto.
Finaliza esta IV Asamblea de Mujeres de LVC con sabor dulce, pero también agrio: rendimos homenaje a la compañera brasileña Maria Do Fetal, compañera de luchas de este movimiento internacional, asesinada a manos de su compañero. Todas en silencio, pero el sentimiento es el mismo: «no lo vimos llegar, aquí mismo, en nuestra propia organización...»
Por la tierra y soberanía de nuestros pueblos: con solidaridad y lucha.
LOS Y LAS JÓVENES, PARTE ACTIVA DEL MOVIMIENTO
Los dos días siguientes nos llega el turno a los y las jóvenes de este movimiento, en la 3ª Asamblea de Jóvenes de LVC, bajo el lema «Por la Soberanía Alimentaria, los jóvenes de La Vía Campesina Luchan». Y así es, queremos sumarnos dentro de esta organización a esta lucha como parte activa del movimiento y no como un inciso dentro de la organización.
Somos personas jóvenes, pero ¿y cuando dejamos de serlo?; es un breve espacio de tiempo, en el que a veces no tenemos el tiempo suficiente para formarnos y organizarnos. Necesitamos crear formas de integración de los y las jóvenes dentro de los procesos de luchas, procesos de cambio, espacios de debate y de toma de decisiones. Nuestra lucha no puede ser un proceso paralelo al de la organización, y requiere un acompañamiento por parte de este movimiento, el cual es necesario y reivindicamos como miembro de LVC.
Somos jóvenes, dicen que somos el futuro, y es cierto, pero también somos el presente. Tenemos que construir nuestro propio futuro y no podemos hacerlo solos, necesitamos de la experiencia y de la experimentación. Pero también tenemos una obligación, crear y facilitar herramientas e instrumentos para que las próximas generaciones puedan construir su propio futuro.
Las reivindicaciones de las y los jóvenes
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- Acceso a la tierra; ¿cómo podemos plantearnos ser campesinas y campesino sin tierra? Necesitamos este recurso para producir alimentos y asegurar un futuro. Hablamos también del problema global del acaparamiento de tierras.
- Financiación, para tener acceso a tierra y a otros recursos, y dignificar el oficio del campesinado.
- Formación agroecológica para aprender a través de la sabiduría de nuestros mayores a producir alimentos sanos y de calidad.
- Formación política que nos ayude a defendernos ante el capitalismo y neoliberalismo.
- No nos olvidamos de las personas que emigran, gran parte menores de 30 años y la mayoría de éstos procedentes del medio rural. Son expulsados de sus pueblos a veces de forma violenta, por falta de recursos económicos, por falta de tierra para sobrevivir, a veces, por aislamiento social...
- Imagen del campesinado, la cual no suele ser positiva. A lo largo de la historia nos han discriminado a pesar de que el acto de producir alimentos tiene que ser reconocido por parte de toda la sociedad y bien pagado. Mientras no se reconozca el campesinado como una profesión respetable, digna y suficiente para vivir, los y las jóvenes seguiremos marchándonos y el medio rural se vaciará.
20 AÑOS DE LUCHA, LA VI CONFERENCIA
En este año LVC celebra su 20 aniversario, y así comienza, después de las asambleas de mujeres y jóvenes, la VI Conferencia de LVC, con el eslogan «Por la tierra y soberanía de nuestros pueblos: con solidaridad y lucha». Los y las anfitrionas nos invitan a esta celebración con sus mejores ofrendas: comida, música, baile...
Nos concentramos todas y todos, jóvenes, campesinos y campesinas, organizaciones aliadas.... Ponemos en común el trabajo realizado desde la última conferencia en Maputo, en 2008, y compartimos los avances y retrocesos: la lucha contra los paquetes tecnológicos (OMG, agrotóxicos, agrocombustibles,....) que se quieren imponer en América Central para dejar de ser «países en vías de desarrollo»; la lucha contra la pobreza y el hambre en la región del Caribe; la lucha por la agricultura a pequeña escala frente a la gran agroindustria de América del Norte; la lucha contra las políticas agrarias (PAC, Desarrollo rural, ordenación del territorio, fracking,...) que vacían los pueblos en Europa; lucha por la sanidad, educación y acceso de tierra en África; y Asia, la gran desconocida, que lucha por asomarse a este mundo para que les veamos, porque ellas y ellos también existen.
Tenemos propuestas y alternativas a este modelo que nos engulle y nos quiere extinguir: la Reforma Agraria Integral
Debatimos durante tres días. No es un diálogo vacío, también tenemos propuestas y alternativas a este modelo que nos engulle y nos quiere extinguir: la Reforma Agraria Integral, que nos permita:
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- verdaderas políticas que impulsen un reparto equitativo y racional de la tierra
- basada en un modelo de producción agroecológico, un modelo de producción de alimentos y no de mercancías, que nos permita usar y mantener nuestras semillas, tener libre acceso y gestión de los recursos naturales de nuestro entorno, que nos permita recuperar e implantar nuestra cultura campesina y, por tanto, nuestra identidad.
- reforma que implique la implantación de administraciones públicas que garanticen la salud en el medio rural; también una educación destinada a formar a personas productoras de alimentos y no a empresarias agrarias. Una educación basada en la práctica y en las realidades locales de cada territorio, que permita y asegure la trasmisión de conocimientos.
- esta reforma además debe integrar a un componente fundamental en este camino: la sociedad en su conjunto. La sociedad debe conocer y ser partícipe de nuestra situación y nuestras demandas, para así poder caminar juntas hacia nuestro objetivo común: la Soberanía Alimentaria. Solo creando alianzas y estrategias con el resto de la sociedad podremos lograr este objetivo. En conjunto han sido diez días de reflexión y construcción; ahora es el momento de llevar el discurso a la práctica, lo que demostrará que nuestra alternativa, la Soberanía Alimentaria, es el futuro. Y para ello estamos dotados y dotadas de la mejor de las herramientas: nuestra capacidad para seguir produciendo alimentos sanos y de calidad; seguir siendo campesinas y campesinos.
Luchadora y campesina
En la Asamblea de Yakarta se ha tomado una importante decisión, la nueva coordinadora internacional de La Vía Campesina es Elizabeth Mpofu, perteneciente a la organización ZIMSOFF, en Zimbabwe. ZIMSOFF es una organización nacional de pequeñas y pequeños agricultores que tiene como objetivo mejorar sus medios de subsistencia, empoderarse para defender sus derechos y promover el sector agroecológico y la agricultura campesina. ZIMSOFF está formado por 19.000 familias que se organizan de acuerdo con las 4 principales regiones del país.
Desde la independencia de Zimbabwe en el año 1980, se han realizado varias reformas agrarias, incluyendo un cambio constitucional, sin embargo ninguna ha quebrado el control de una minoría de agricultores predominantemente blancos. A esto hay que sumar los efectos devastadores sobre la agricultura de los Programas de Ajuste Estructural: la abolición de las reservas de alimentos así como de los precios básicos y la introducción de productos agrícolas de otros países en el mercado interior.
En el año 2000, en un contexto económico nefasto y en un estancamiento de la reforma agraria, los propios campesinos y campesinas iniciaron la ocupación de tierras en un intento de conseguir uno de los pilares de su lucha de liberación: la redistribución de la tierra. Desde entonces, 175.000 familias han ganado acceso a la tierra y se han creado alrededor de 700.000 nuevos empleos para las y los trabajadores agrícolas. La producción de cultivos alimentarios ha aumentado fuertemente en comparación con el modelo de agricultura heredado del colonialismo británico.
Sin embargo, los retos que han de enfrentar los campesinos y campesinas —no sólo en Zimbabwe sino en toda África— son enormes: África está siendo barrida por una ola de acaparamiento de tierras y muchas de las regiones de este continente sufrirán los duros efectos del cambio climático.
Desde 1982, Elizabeth participa activamente en la organización —de la que actualmente es su presidenta— y esa experiencia de lucha se valora como fundamental para esta nueva etapa liderando el mayor movimiento social del planeta, La Vía Campesina. Una vez elegida Elizabeth, desde su experiencia, apunta hacia los grandes retos en la lucha por la Soberanía Alimentaria: trabajar para verdaderas reformas agrarias incluyentes con los derechos de las mujeres; luchar contra la violencia que muchas campesinas sufren en el medio rural; la promoción de las escuelas de agroecología; construir una agricultura campesina para combatir el cambio climático y facilitar la incorporación de personas jóvenes a la agricultura, un tema central y global en todo el mundo rural.