"Artículo publicado originalmente en…". Seguramente algunas de vosotras os habréis fijado en esta coletilla al principio de algunos de los textos que habéis leído en la revista Soberanía Alimentaria. De forma normalizada y desde hace tiempo, difundimos publicaciones que se han cultivado desde otros medios de comunicación con los cuales hemos establecido acuerdos para intercambiarnos contenidos, de una forma libre y respetando las rutinas de cada cual.
El Salto, La Directa, Pikara, Suena Radio, La Poderío, El Crític, La Madeja o Setembre son algunos de los medios con los que cooperamos. Son medios de alcance territorial y de temáticas y formatos diversos. Con todos ellos, compartimos una filosofía de base común y una visión del periodismo como herramienta para dar voz a las propuestas transformadoras y para fiscalizar los poderes políticos y económicos. Lógicamente, cada cual con sus matices, una diversidad que respetamos y que también nos enriquece.
Con todos los medios de comunicación afines, compartimos todas aquellas publicaciones que creemos que pueden ser de interés para nuestra comunidad lectora. También, en la medida que las respectivas rutinas de trabajo lo permiten, compartimos fuentes, ideas e informaciones, y también hemos impulsado trabajos conjuntos que se difunden juntos.
En un modelo de negocio en el cual prima la competitividad, el hecho de llegar primero que el otro, de ver quién tiene más visitas y quién obtiene más clics, entendemos que ayudarnos los unos a los otros a difundir los contenidos refuerza la visión conjunta de la información como un bien común y no como una mera mercancía; que entiende las historias que explica como una realidad de interés general que es importante que llegue a cuantas más lectoras mejor, y no como un producto de propiedad exclusiva.
En momentos difíciles como en el que nos encontramos, queremos visibilizar más que nunca esta red de medios afines que nos enriquece e invitaros a leerlos, seguirlos y apoyarlos.
¡Por muchas más iniciativas de periodismo por el apoyo mutuo!
#CooperamosNoCompetimos #PeriodismoCooperativo
La ley del silencio
Versión actualizada de un texto publicado en Crític
Gustavo Duch
La pandemia de COVID19 y el estado de alerta hacen que, en los próximos meses, todo se acentúe y que las crisis cumplan las peores expectativas. Pocos expertos predijeron la crisis en los medios de comunicación, en la que algunos caminan a base de fórmulas de alquimista y otros andan vendidos a la publicidad.
Entre las soluciones que en el sector se barajan, la banca aprueba con aplausos y préstamos una de ellas. Y así es que ABC y La Razón, conocidos por frecuentar la misma sastrería, aprueban fusionarse convirtiéndose en el periódico de mayor tirada e influencia del estado. Henchidos por el valor del primer puesto y empujados por la zanahoria del crecimiento deciden dar un paso más. Absorben a sus supuestos competidores y sí, efectivamente, compran enteros, equipos de redacción, mobiliario y rotativas, tanto a El Mundo como a El País.
-El monopolio se tiene que consolidar -dicen desde este nuevo SuperMedio.
-No debe haber espacio para voces rebeldes -dicen sus mecenas. Y, cual ballenas, van devorando todo lo que pasa frente a sus barbas.
A la dosis de una compra semanal van engordando su dieta de papel. Como entrantes del menú digieren a los periódicos que molestan por sus alfabetos, como Ara o Gara; como platos fuertes adquieren La Vanguardia y El Periódico, cocinados en papel y en digital; para los postres dejan a El Diario.es que ofrece resistencia. Entre copa y puro se tragan a los más peleones como El Salto, Arainfo, La Marea… Ya no pueden detenerse y aún misóginos como son, con la nariz tapada, se zampan también a Pikara, La Madeja, y otras revistas y fanzines feministas.
Es un no parar y su hostilidad se propaga por los barrios cuando se apoderan de las publicaciones de las asociaciones vecinales, los pasquines de las rebeliones y también del boletín parroquial. Hasta los diarios de las adolescentes y sus cerraduras de juguete acaban bajo su custodia. Es la globalización imparable de un único medio que controla todo lo que se dice y que dice todo lo que hay que pensar.
Tal situación no pasa desapercibida por Financial Times que decide adueñarse de él, y lo mismo hace con otros SuperMedios que han ido surgiendo de forma parecida en cada rincón del mundo.
Pero aún quedan voces combatientes así que este SuperMedioGlobal apuesta a órdago y decide comprar todas las academias de la lengua existentes en el planeta. En el mismo lote van incluidos cada uno de sus diccionarios.
-Son los tratados de libre comercio que ustedes firmaron - argumentan ante la tímida protesta de la Comisión Europea.
El todo acaba siendo un uno.
Se suprimen los lenguajes.
Se impone un único idioma.
Un único idioma.
El idioma del silencio.
Hasta a los pájaros se les prohíbe piar.
Hasta a los peces se les prohíbe abrir la boca.
Hasta a las tormentas se les prohíbe los truenos.
Hasta que unos días después una joven valiente decidió lanzar una piedra. Una piedra que al caer al suelo, resonó.