Crónica desde los olivares de Cisjordania

Martí Olivella

Una familia está peinando las ramas del olivo para cosechar sus frutos y hacer el oro líquido. Jóvenes palestinos e internacionales se preparan para ayudarla. Foto: Martí Olivella

En segundo plano, una familia recolectando aceitunas; en primer plano, dos de los internacionales de Faz3a vigilantes, listos para documentar cualquier agresión por parte de los colonos o el ejército. Foto: Martí Olivella

5 de octubre de 2024

El campesinado palestino se está organizando para defender la cosecha de la aceituna en las tierras y pueblos de Cisjordania (Territorio Palestino Ocupado) bajo la amenaza de una creciente violencia israelí sin precedentes.

La temporada de la recogida de la aceituna en Cisjordania comienza oficialmente el 10 de octubre. Activistas de Palestina, con voluntarios civiles internacionales no armados, se están preparando para ayudar a los agricultores en la cosecha y para impedir que Israel despliegue un nuevo “statu quo” de ocupación en el marco de la intensificación del conflicto regional, a pesar de que los ataques contra los agricultores que cultivan y recogen la aceituna ya empezaron en los últimos años.

Durante la semana pasada, antes de la apertura oficial de la temporada de la cosecha de la aceituna en la Cisjordania ocupada, los agricultores palestinos fueron atacados en repetidas ocasiones, y tanto las fuerzas armadas israelíes como las milicias de los colonos les negaron el acceso a sus tierras, creando un precedente preocupante para la temporada.

Para responder a esta situación, desde Palestina se está lanzando una campaña internacional llamada Faz3a, para defender la cosecha de la aceituna contra la violencia israelí, con la intención de movilizar a las comunidades palestinas y los apoyos internacionales.

La campaña tiene el objetivo de hacer frente a la escalada de violencia en el terreno durante el último año, la proximidad del aniversario del 7 de octubre y de la fiesta judía de Sukot, que tendrá lugar entre el 16 y el 24 de octubre y que es tristemente conocida por el aumento de la violencia de los colonos.

En la desastrosa temporada de la cosecha de la aceituna del pasado año, según estimaciones, solo un 20-30 % de la producción se cosechó. Los activistas palestinos temen que, sin apoyo externo, numerosos agricultores serán disuadidos o impedidos de hacer este año la cosecha.

Durante años, las restricciones al acceso de los palestinos a sus tierras, especialmente cerca de los asentamientos israelíes, se han utilizado por Israel para expropiar las tierras palestinas.

En Cisjordania, los colonos israelíes han atacado a la población palestina en sus tierras, robando sus aceitunas, prendiendo fuego o cortando sus olivares durante años. Estos ataques han aumentado considerablemente desde el mes de octubre del pasado año. Agricultores y agricultoras de toda la región temen que su modo de vida esté a punto de extinguirse.

La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios estima que 9.850 olivos han sido dañados en cientos de ataques por parte de colonos israelíes desde que comenzó el asalto israelí contra Gaza. Cerca de 100.000 familias en Cisjordania dependen de la cosecha de la aceituna como medio de subsistencia. Todas ellas están en peligro debido al aumento de los niveles de violencia israelí.

 10 de octubre de 2024

Inicio de la campaña de la cosecha de aceitunas.

Decenas de colonos han atacado a los recolectores de aceitunas en al-Mughayer, en el este de Ramallah.

Los soldados han expulsado a las familias cosechadoras en el lado occidental de Duma, en el sureste de Nablus, prohibiéndoles recolectar a 300 metros de la carretera de Alon, haciéndoles inaccesibles miles de árboles.

Los colonos del asentamiento de Esh Kodesh, algunos de ellos armados y con uniforme del ejército, han impedido el trabajo a los recolectores de Qusra en sus tierras, que se encuentran a kilómetros del asentamiento. Los colonos han pinchado los neumáticos de al menos dos coches que pertenecían a los campesinos.

Un colono ha abierto fuego contra los cosechadores cerca de Jaloud, forzándoles a alejarse de sus tierras. No se han registrado heridos.

En otro acto arbitrario, tras las recientes detenciones, deportaciones y esfuerzos de Israel por reprimir la solidaridad internacional con Palestina, la Administración Civil (militar) de Israel ha informado a las autoridades palestinas en Nablus de que el ejército exigirá a los cosechadores que coordinen el acceso a sus tierras con el ejército antes de ir a cualquier sitio con el acompañamiento de internacionales.

12 de octubre de 2024

Anoche, 11 de octubre, sobre las 20 h, el ejército y la policía israelíes llevaron a cabo una incursión en la casa de los internacionales de Faz3a en el pueblo de Qusra, en el sur de Nablus. Fue a punta de pistola.

La fuerza estaba dirigida por el oficial que por la mañana comandó a los soldados que habían obligado a los recolectores de aceitunas de Duma a abandonar el trabajo. Durante la redada, el oficial señaló a algunas personas que, a su juicio, habían estado en la acción de la mañana.

Durante la redada, la policía irrumpió en la casa destruyendo la puerta con un martillo neumático y registró el local sin orden judicial.

La ley israelí y la normativa policial permiten que la policía requiera la identificación tan solo por sospecha de haber infringido la ley, o por razones específicas que deben indicarse a los identificados. La policía se ha negado a explicar los motivos del registro o de la identificación, incluso, ha declarado antes de irse que «No habéis hecho nada mal, solo estábamos aquí para ver quiénes sois».

Estas son algunas de las crónicas que he recibido de mis compañeros internacionales con los que, hace tres meses, estuve unos días en el inicio de Faz3a en Qusra.

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Qusra, al oeste de Nablus

Qusra es un pueblo palestino situado al sudeste de la ciudad de Nablus, con una población de unas siete mil personas, rodeado de seis asentamientos israelíes en las colinas.

La mayoría de sus residentes trabajan en la agricultura. Hay un gran número de jóvenes trabajando en el Valle del Jordán, así como en las zonas ocupadas en 1948, que ahora llaman Estado de Israel, y un pequeño número trabajando en el gobierno, en educación, salud y otros. Después del 7 de octubre de 2023, los trabajadores, que son mayoría, no pueden entrar a trabajar en Israel.

El pueblo de Qusra se distingue por estar rodeado de muchas montañas aptas para el cultivo de olivos debido al buen clima, así como de viñedos, higueras, almendros y otros árboles. El pueblo de Qusra también tiene unas llanuras fértiles adecuadas para el cultivo de trigo, cebada, lentejas… La mayoría de los olivos y cultivos agrícolas han sido destruidos, quemados o robados por los colonos con total impunidad y con la protección cómplice de los soldados israelíes.

Hay familias en el pueblo que dependen de la cría de ovejas y vacas y cultivan las llanuras para obtener alimento para sus animales. Las ovejas necesitan salir a diario a pastar en la montaña y también a beber de las fuentes, pero a partir del 7 de octubre de 2023 sus propietarios no pueden ir a aquellas zonas, ni para cultivar ni para pastorear. Los colonos, bajo la protección de los soldados de ocupación, agreden a los campesinos golpeándolos o disparándoles con munición real y, en muchas ocasiones, han matado a varias ovejas y vacas. Esto supone una pesada carga para los ganaderos a la hora de aumentar los costes de la alimentación de los animales, lo que está obligando a muchos a vender ovejas o vacas a precios baratos.

Hay también varias familias que dependen de la cría de aves de corral en granjas intensivas, todas ubicadas en el Área B (con teórico control civil de la Autoridad Palestina). A partir del 7 de octubre, estas familias no pueden entrar en sus fincas, y la mayoría de las granjas han sido atacadas por colonos y soldados de ocupación, envenenando a las aves, quemándolas, robando maquinaria, cortando la electricidad, etc. La mayoría han quedado fuera de servicio.

En Qusra se depende de la agricultura, especialmente de los olivos, la cría de ganado, etc. Esta actividad permite a sus habitantes obtener dinero para cubrir sus necesidades diarias de alimentación, bebida, ropa y sanidad, así como educar a sus hijos e hijas en escuelas y universidades, para construir nuevos hogares, casarse y formar nuevas familias. Pero las agresiones actuales impiden conseguirlo, ya que la situación económica es muy difícil y afecta negativamente a toda la sociedad.

Los actos terroristas de los colonos bajo la protección de los soldados de ocupación afectan negativamente a la vida del pueblo de Qusra y al resto de pueblos, campamentos y ciudades palestinas, ya que no pueden obtener dinero y, por tanto, todos sus sueños y proyectos futuros se han detenido. Tampoco los empleados del gobierno reciben sus sueldos completos porque el estado ocupante no transfiere el dinero recaudado con los impuestos a la población. La Autoridad Palestina, y todas las personas que se habían comprometido a pagar sus deudas, ahora no pueden hacerlo, así que se vive en un estado de estancamiento.

Algunas familias cultivaban setas y tenían buenas ganancias, pero después del 7 de octubre la ocupación impidió importar las materias primas necesarias para este cultivo que no estaban disponibles en Palestina. Esto ha generado un impacto negativo en estas familias, que habían invertido en sitios especiales para cultivar setas y hoy no pueden hacerlo.

Protección civil internacional

Desde primeros de julio de 2024, en el marco del movimiento Faz3a, equipos de civiles internacionales no armados ofrecemos presencia y acompañamiento protectores a la población de Qusra.

La evaluación de uno de los miembros del Comité Popular de Qusra que nos acoge es:

La presencia de activistas extranjeros en nuestro pueblo se ha convertido en una grave molestia para los colonos y el ejército de ocupación por diversos motivos, entre ellos:

• Los activistas extranjeros han comenzado a documentar todos los ataques de los colonos y el ejército de ocupación.
• Los activistas extranjeros han sido objeto de varios ataques y acoso por parte de los colonos y del ejército de ocupación, y algunos han sido hospitalizados. Se les ha impedido la presencia en varias zonas con la excusa de que son zonas militares y se les ha amenazado con detención. Sin embargo, esto no les ha asustado y no han pensado en marcharse del pueblo, más bien, ha aumentado su determinación de estar presentes y al lado de la población palestina, apoyarla a resistir en sus hogares y tierras. Han pasado a formar parte de la sociedad palestina, viviendo lo que viven los palestinos, y esto enoja a los colonos y al ejército de ocupación.
• El ejército de ocupación ha dejado de entrar en el pueblo como antes hacía a menudo, porque aparecen activistas extranjeros que dificultan su movimiento. Tampoco les gusta que se produzcan enfrentamientos entre los colonos y los extranjeros, porque la reacción y la atención de los medios de comunicación se dobla en comparación con si el evento fuera entre los colonos y los palestinos.
• Los activistas solidarios extranjeros hablan en los medios de comunicación internacionales y muestran los ataques de los colonos y del ejército de ocupación; y a la sociedad occidental le impacta más su narrativa que la de los palestinos.

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Faz3a es una iniciativa de base liderada por personas palestinas para responder a la urgente necesidad de asegurar y organizar la presencia sobre el terreno de protección civil internacional que pueda contribuir a hacer frente al incremento de la violencia israelí actual.

Esta es una vía de apoyo concreto a los derechos del pueblo palestino, en la que cada persona puede elegir el grado de apoyo, participación o riesgo que quiere asumir.