Entrevista a Michael Fakhri, relator especial sobre el derecho a la alimentación
Revista SABC
Michael Fakhri. Foto: Fritzober (Wikimedia/CC BY-SA 4.0)
La situación en Gaza nos alerta sobre el uso del hambre como arma de guerra, una práctica claramente vetada por múltiples acuerdos internacionales, como los Convenios de Ginebra, la Observación General 12 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, y las recomendaciones de la FAO. Además de ser políticamente indefendible, ¿no es una estrategia totalmente inmoral? ¿Qué opina la comunidad internacional al respecto?
El uso que Israel hace de la inanición en Gaza, pero también en la Cisjordania ocupada, es poco menos que un genocidio. Y no hay excusa ni excepción en el derecho internacional para cometer genocidio. Es un hecho reconocido por la mayoría de los pueblos y gobiernos del mundo. Además, las organizaciones de la ONU pasan por una crisis existencial, como consecuencia de las escisiones internas, que provoca la situación actual.
La única forma de matar de hambre a una población es tener un control significativo del sistema alimentario. En este sentido, está claro que la comida se utiliza cada vez más como arma. ¿Hasta qué punto es consciente de ello la comunidad internacional? El despertar es lento.
Gracias a las acciones de La Vía Campesina, sabemos que la soberanía alimentaria puede contribuir a la lucha contra el hambre, el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad…, pero ¿qué papel puede desempeñar en caso de conflicto?
Cuanto más dominio tengan los pueblos sobre su sistema, más podrán evitar los conflictos. Por tanto, la soberanía alimentaria y la solidaridad entre los pueblos es más importante que nunca. Más allá de responder a necesidades humanas inmediatas, los actos de solidaridad pretenden esquivar o desbaratar las estructuras de poder, que son las primeras responsables de la hambruna. Las iniciativas de apoyo mutuo suelen ser la mejor forma de dar asistencia en situación de hambruna, como en Sudán con las Salas de respuesta de emergencia (ERR por sus siglas en inglés), y también en Palestina con la Unión de Comités de Trabajo Agrícola (UAWC) y el Grupo Árabe para la Protección de la Naturaleza (APN). La Coalición de la Flotilla de la Libertad es una iniciativa internacional que busca entregar ayuda humanitaria desafiando el asedio israelí. Como demuestran las bibliotecas de semillas, como la Palestine Heirloom Seed Library, custodiar, compartir y cultivar semillas ancestrales es un acto de resistencia que protege contra la hambruna y el genocidio.
La soberanía alimentaria y la solidaridad entre los pueblos es más importante que nunca.
Ante la situación palestina, ¿cómo de relevante es exigir el derecho a la alimentación?
Mi trabajo me ha llevado a relacionarme con gobiernos y equipos técnicos de numerosos sistemas de las Naciones Unidas. También he seguido de cerca la agresión de Israel contra el pueblo palestino durante el último año. Algunas personas me han preguntado por qué mi último informe, que trataba sobre la hambruna, se centraba en la situación de Palestina. Pero la pregunta que nos tendríamos que hacer es otra: ¿por qué millones de personas se han movilizado como nunca antes en solidaridad con el pueblo palestino? ¿Por qué la inmensa mayoría de los movimientos sociales internacionales defienden los derechos humanos de los palestinos? ¿Por qué millones de personas reclaman una Palestina libre, como no se había hecho desde hace décadas? Desde el punto de vista del derecho a la alimentación y de la soberanía alimentaria, los pueblos oprimidos del mundo han visto reflejadas en Palestina las luchas que libran en su propio sistema alimentario:
- Acaparamiento y ocupación de tierras
- Mercantilización de las semillas
- Ataques a campesinos, pescadores y ganaderos
- Violencia de género
El pueblo palestino se enfrenta a casi todas las formas de opresión, explotación y ocupación que se puedan imaginar, en su forma más acelerada y despiadada. En términos geopolíticos, lo que está en juego en la campaña genocida de Israel contra los palestinos es el poder de Estados Unidos y la unidad de Europa. La propia ONU está siendo atacada por Israel, y no solo en los pasillos de la organización, sino porque Israel ha matado a más personal de la ONU que nunca antes en ninguna guerra y ha disparado contra las fuerzas de mantenimiento de la paz de la FINUL en El Líbano. Israel declaró recientemente al secretario general como persona non grata. La respuesta del mundo ante la ocupación israelí y el intento de erradicar al pueblo palestino determinará el carácter de la gobernanza mundial y el derecho internacional durante las próximas décadas.
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