Una crónica del hambre en huelga
Javier GARCÍA FERNÁNDEZ
«¡No tenemos miedo a la muerte! ¡Tenemos miedo a la vida sin vosotras!
CRÓNICA DE LA MUERTE DE SUS PASOS: NUESTRAS LUCHAS SON LOCALES, NUESTROS SUEÑOS SON GLOBALES
El pasado 3 de marzo nos llegó la noticia del asesinato de Berta Cáceres, defensora de los derechos humanos y de la naturaleza. La noticia sobrevoló los territorios y continentes en el seno de un mismo escalofrío. Una sensación de miedo y tristeza se dibujaba junto a un sueño de amor y ternura. Han asesinado a Berta Cáceres. Su defensa de la tierra, de las comunidades y de los ríos, la llevó a donde está, eterna en la memoria de todas y todos los que consagraron su vida a la defensa de la vida. Cuando su corazón dejó de arder, el mundo comenzó a ser un lugar más frío.
El pasado día 7 de abril fueron brutalmente atacadas las familias del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil (MST), organizadas en el Campamento Dom Tomás Baluino, en el municipio de Quedas do Iguaçu, región del centro del estado de Paraná. En el ataque realizado por la Policía Militar del Estado y por la seguridad privada de la empresa maderera Araupel, dos Sin Tierra fueron asesinados. Con su lucha regaron los campos secos de nuestras manos vacías. Yacen ahora en el sueño eterno de la tierra.
El pasado día 30 de marzo, en Andalucía, extremo sur de Europa, encarcelaban al jornalero y sindicalista rural de Jódar (Jaén), Andrés Bódalo. Miembro del Sindicato de Obreros del Campo - Sindicato Andaluz de Trabajadores/as (SAT), Andrés es uno de los referentes andaluces y estatales en la lucha de las personas Sin Tierra de esta Europa. Tras una larga trayectoria de luchas sociales y populares por el reparto de la tierra y del trabajo en Andalucía, ha sido encarcelado por tres años y medio tras un juicio político repleto de faltas y procedimientos irregulares.
Desde el pasado 15 de mayo, quinto aniversario del nacimiento del Movimiento 15-M, un grupo de 15 sindicalistas del SAT se han puesto en huelga de hambre en Madrid, para exigir la inmediata liberación de Andrés Bódalo.
Fotos: comsoc.cat
ORÍGENES DEL CAPITALISMO, EL COLONIALISMO Y EL EXTRACTIVISMO: VIOLENCIA Y APROPIACIÓN
La historia del capitalismo no está exenta de violencia. Diríamos que la historia del capitalismo es una historia de violencia. Tal y como señalan diferentes historiadores, no podemos separar el nacimiento del colonialismo, el racismo, el patriarcado y el capitalismo como procesos que son parte del mismo desarrollo histórico. El trágico año 1492 fue año de conquistas, su modernidad se apropió tanto de Al-Andalus y nuestra Granada, como de la América de los pueblos; se conformó con las armas, un modelo de desarrollo basado en la explotación de las personas, el extractivismo de los bienes naturales y la explotación voraz de los territorios. Es la misma modernidad que con su cara oculta sigue devorando a las que nacen en el lado del abismo equivocado.
La propia lógica de la modernidad capitalista y sus claves de crecimiento y progreso subyacen a otras lógicas de acumulación por despojo y apropiación por violencia. Estas dinámicas no han hecho más que intensificarse a partir del siglo XIX, era del capitalismo industrial, donde todos los recursos eran siempre pocos a la hora de desarrollar unos territorios a expensas del sufrimiento de los otros. La minería, el latifundio, la tala masiva, la esquilmación de los mares, la extinción de especies, la explotación laboral en las fábricas, la violencia sobre los cuerpos de las mujeres o la aniquilación de los bienes comunes han sido las distintas miradas con las que este monstruo ha visto siempre nuestro mundo.
A más producción industrial, más extracción de recursos; lo cual implica siempre una pérdida irreparable de un bosque, de una comunidad desplazada, de una familia campesina forzada a emigrar a las fábricas, despojadas para siempre de su mundo, desposeídas de su forma humana de comprender la tierra. La disputa por el acaparamiento de la tierra, ha sido y es la disputa por el dominio de nuestros territorios, y en primer lugar, de nuestro cuerpo.
LA HUELGA DEL HAMBRE. ANDALUCÍA GRITA SUEÑOS, REGANDO CON SUSURROS LA TIERRA SECA DE SUS MANOS
Andalucía sigue siendo la región más pobre de esta Europa, tierra de despojo de este capitalismo sureuropeo, sembrada de gente sin tierra y tierra sin gente. El 50 % de la tierra cultivable de Andalucía está en manos del 2 % del total de personas que tienen tierra en propiedad, fruto de la forma en que esta se repartió tras las conquistas militares y fruto también del proceso de desposesión y acumulación que el economista e historiador andaluz Carlos Arenas Posadas ha llamado capitalismo andaluz.
El Sindicato de Obreros del Campo (1976-2006), y en la actualidad el Sindicato Andaluz de Trabajadores/as, ha sido la fuerza sindical que ha aglutinado y articulado el malestar rural y la protesta de las personas sin tierra en Andalucía. Dirigentes como Francisco Casero, Pepi Conde, Diamantino García o Gonzalo Sánchez escribieron con sus marchas jornaleras, sus ocupaciones de tierra y sus huelgas de hambre la historia oculta de la democratización del mundo rural andaluz durante y tras la dictadura militar en Andalucía. Juan Manuel Sánchez Gordillo, Diego Cañamero Valle, María del Carmen García o Andrés Bódalo han sido la cara visible de las luchas agrarias andaluzas sosteniendo con su pulso la posibilidad de seguir soñando Andalucía.
En esa Andalucía soñada, Jódar es el pueblo con más jornaleros y jornaleras de Andalucía y con más índice de pobreza de todo el Estado español. En ese pueblo nació y creció Andrés Bódalo, La triste noticia de su encarcelamiento ha sido recibida como una tormenta de granizo en un campo de almendros en flor. Nadie de entre sus compañeras y compañeros pensaba que tener una trayectoria de sindicalismo rural de acción directa fuera una amenaza seria para privar de su libertad a un dirigente en la segunda década de este siglo XXI.
Andrés había cometido otro pecado, se atrevió a participar en una candidatura popular en la ciudad donde vive, Jaén, en las últimas elecciones municipales. Dicha candidatura, Jaén en Común, ganó tres concejales de los cuales Andrés fue el tercero. Había un jornalero sindicalista de concejal en uno de los corazones del latifundio andaluz.
Desde el Sindicato Andaluz de Trabajadores/as hemos visto con miedo, con tristeza y con mucha pena, cómo la familia de Andrés, destrozada, lo sigue buscando en sus miradas.
El día 1 de mayo, día de los trabajadores y trabajadoras rurales y urbanos, varios centenares de personas salieron caminando desde Jódar a Madrid, en una larga marcha de 15 días. Con ello pretendían acudir a la capital del capital a reclamar justicia. Tras la marcha, sindicalistas del SAT decidieron realizar una huelga de hambre por Andrés, que comenzó el día 15 de mayo, en la Plaza del Sol de Madrid. Distintas personalidades culturales, sociales y políticas han expresado su solidaridad: Alberto San Juan, Íñigo Errejón, Marina Albiol, Alberto Garzón, Irene Montero, Manuela Carmena, Willy Toledo, el Lute o Pérez Esquivel son algunas.
Sin tierras de Brasil, estudiantes rurales de Ayotzinapa, defensoras de los derechos humanos y de la naturaleza de Centroamérica, indígenas de Colombia, jornaleros andaluces, jóvenes saharauis, familias mapuches desplazadas, mujeres campesinas de África austral. El territorio y nuestro cuerpo siempre como campo de batalla, como disputa de la vida. Cuanto más global es el capitalismo, más local debe ser nuestra lucha. Revertir las escalas de la dominación es hoy la única arma contra su violencia. A sus grandezas nuestras briznas. Entre quienes siembran el recuerdo y quienes crecen de su memoria, nuestras luchas, nuestras siembras, tejen siempre los vínculos de la cordillera de nuestros pueblos, barrios, de nuestra tormenta de arena, de nuestro grito salvaje de viento. Invisibilizaron nuestras sonrisas, y ahora sonreímos invisibles y abrazadas. Nuestra clandestinidad movediza les acecha.
EPÍLOGO PROVISIONAL
El pasado 2 de junio, armados con la fuerza de su violencia, acudieron cuatro o cinco decenas de guardias civiles a desalojar a varias decenas de jornaleros y jornaleras que trabajaban las tierras de Somonte, una finca pública ocupada desde hace años con el fin de proporcionar alimento.
Mientras hay quien está en guerra con la vida, hay quienes estamos en huelga contra el hambre. Hoy domingo día 5 de junio, nuestros jornaleros y jornaleras han vuelto a ocupar la tierra que parió sus cuerpos desnudos. Sonriendo, con sus ojos sencillos y sus manos hundidas en la historia, mascando con atino una espiga, declarando suya esa hambre de pueblo.
Mi historia...
Es la historia triste de los explotados.
Nací de la barriga pobre de mi madre.
Y mi primer pañal fue de esparto.
Mi primera comida fue el hambre.
Y esta cicatriz en la frente mi primer abrazo.
Cavé la tierra...
Y tuve que lamer los pies al señorito a los nueve años,
que me dio como premio
un mendrugo de pan y su asco,
que tuve que soportar hasta hoy.
Sudor y fuego.
Fuego y palos.
Juan Manuel Sánchez Gordillo. Las cárceles y otros poemas, 2016