Habla la gente del mar
Consejo editor
Reproducimos en estas páginas las voces de quienes viven de la pesca. Se trata de cuatro personas a las que hemos llegado saltando de consulta en consulta, de persona en persona. Procurando, en lo posible, representar la diversidad de los territorios e incluir la visión de una mujer joven que ha llegado al sector por otro camino.
Como si fueran olas, sus testimonios recogidos en tres entrevistas diferentes, se entremezclan en este texto, que hace de mar.
Luis
MEDITERRÁNEO
Luis Rodríguez, cuarta generación de pescadores artesanales. Presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales del Parque Natural Cabo de Gata - Níjar (Pescartes). «¿Qué es para mí el mar? Para mí el mar es la vida. Lo es todo, es como una madre».
Leo
CANTÁBRICO
Leo Belaustegi empezó profesionalmente en la pesca a los 14 años y se ha dedicado 32 años a ella, en la costa cantábrica de Euskadi. El sindicato LAB, tras agravarse los problemas en el sector en los años noventa, creó una federación de pesca y él estuvo de responsable 15 años. Ahora está jubilado pero en activo, dedicado a intentar solucionar los problemas que hay en la pesca.
Rogelio
ATLÁNTICO
Rogelio Santos Queiruga nació hace 38 años en el pueblo que lleva en su nombre: Queiruga, un pequeño pueblo marinero en el que ya nadie usa su puerto natural. Lleva más de 20 años trabajando en la pesca artesanal, desde que perdió a su padre y decidió dejar sus estudios para ayudar en casa. Hoy es patrón de la Milena, embarcación que debe su nombre al barco mercante en el que trabajara su padre recién casado, y en el que ahora trabajan sus hijos en Porto do Son (A Coruña).
Ana Macarena
MEDITERRÁNEO
Ana Macarena Molina Hernández es pescadora y licenciada en Ciencias del Mar. Lleva más de 12 años trabajando con pescadores y forma parte de Pescartes. Al principio, iba a bucear con ellos, como bióloga marina, pero luego se enganchó como pescadora. «Por mi formación estaba acostumbrada a tratar el mar en masculino, pero los pescadores siempre hablan de la mar en femenino».
HABLANDO DE PESCA ARTESANAL
ROGELIO: Lo lógico sería que antes de hablar de pesca artesanal se definiese este término, algo que Europa ha tardado mucho en hacer. La pesca artesanal es aquella que utiliza artes pasivas, bastante selectivas, por lo que su impacto en el medio marino es mínimo, protegiendo de esta manera el futuro del mar. Al ser una pesca de bajura, es decir, cerca de la costa, su consumo de combustible es menor, así como sus emisiones de CO2. Por otro lado, esta pesca es diaria por lo que el producto extraído será fresco y de mayor calidad. Además, al ser una pesca local, los beneficios en la comunidad son mucho mayores y están mucho mejor distribuidos. La presencia de mujeres en la pesca artesanal y todo lo que la rodea es significativamente mayor que en la pesca industrial. Mariscadoras, rederas, placeras... Todo esto hace que sea un tipo de pesca sumamente atractiva por los beneficios socioeconómicos y medioambientales, que debiera ser protegida y estimulada desde los gobiernos e instituciones internacionales. Sin embargo, la realidad es bien diferente.
LEO: En estos momentos el sector en toda Europa está en crisis aguda, la pesca se está gestionando de una manera irreversible, muchas especies están a punto de desaparecer y al haber menos pescado, cada vez hay que ir más lejos a pescar, lo que supone un trabajo más duro. El 60 % de lo que se pesca se echa otra vez al agua (muerto), es lo que se llama descarte. Esto es intolerable. Se descarta porque no se comercializa o porque no lo tienes asignado en tus cuotas, a pesar de sus propiedades nutricionales, muchas veces con más omega 3 que el pescado comercial.
ROGELIO: Dependiendo del arte utilizado, la pesca puede ser más o menos selectiva. Hasta ahora, todo lo que un barco capturaba y no podía vender porque no lo tiene establecido en sus cuotas, porque son peces de otras especies, ejemplares de pequeño tamaño... se devolvía al mar. De esta forma, los peces podían servir de alimento a otros peces y a las aves marinas. Con la nueva política pesquera, la norma es que todo lo que se pesque sea llevado a tierra, y todo ese pescado será convertido en harina para alimentar a los peces de las piscifactorías rebajando así su precio.
MACARENA: La sociedad vive de espaldas a los pescadores, porque han estado siempre en el mar y no se han relacionado. Hay un muro entre ellos y la ciudadanía que hay que romper. Por otro lado, en la pesca artesanal ha habido siempre un reparto de papeles muy marcado, que ha hecho que apenas haya mujeres pescadoras. Pero la realidad es que ellas están pegadas al sector realizando muchas tareas, especialmente la venta, aunque nunca aparezcan; si los pescadores son grandes desconocidos para la sociedad, ellas más aún. Ahora es cuando se está rompiendo esa situación, porque somos muchas mujeres las que hemos estudiado temas relacionados y en las ONG participan muchas. Ya se está viendo como algo más normal que haya una mujer embarcada.
LUIS: Yo creo que uno de los principales problemas es la desunión del sector de la pesca artesanal. Toda la ayuda estatal o europea se ha destinado a empresas, no a pescadores, y es porque no hay representación del sector. Cuando nos hemos dado cuenta de lo que pasa es cuando se crea la plataforma LIFE (ver cuadro).
SIN RELEVO GENERACIONAL
ROGELIO: La flota pesquera artesanal en España está ante un problema de relevo generacional. Los jóvenes no ven futuro en un trabajo de condiciones tan duras. La falta de ayudas y de incentivos para conseguir la inversión necesaria, el empeoramiento de las condiciones laborales y la falta de estabilidad hacen que las nuevas generaciones no vean ningún atractivo en este tipo de pesca, que está desapareciendo.
LEO: La media de edad de los pescadores vascos es de 53 - 54 años, y con 55 en la pesca te puedes jubilar.
LUIS: Cuando yo era pequeño, había niños en los barcos; y ahora el más joven tiene 34, que es mi hijo. Lo llaman explotación juvenil, pero la única manera de ejercer esta profesión es por vocación, se va transmitiendo de padres a hijos. Nosotros, de críos, hemos estado siembre ahí, cerca del agua, jugando con las redes, ayudando, y no sabemos hacer otra cosa que no sea estar cerca del mar.
MACARENA: La pesca es un trabajo muy duro, que tienes que aprender a conocer y realmente no hay acceso a conocerlo. Ser pescador no es un trabajo, es una forma de vida y el matiz está en la implicación personal y en el conocimiento del medio, que tiene que ser muy profundo, no se puede adquirir en un curso ni en dos, tiene mucho de transmisión oral, se aprende estando con otro pescador. Siempre ha sido algo vinculado a familias y si no lo aprendes en el seno de la familia, se pierde.
GANARSE LA VIDA EN EL MAR
LEO: En la pesca no hay un salario fijo, lo que se gana va en relación con lo que se pesca; por eso si voy al mar, intento pescar todo lo posible. Hemos vaciado la mar.
ROGELIO: Este trabajo depende de las condiciones del mar, en invierno con los temporales, los barcos pueden llegar a estar mucho tiempo amarrados y es algo que deberían tener en cuenta las administraciones y sin embargo, ignoran. En lo económico, la falta de ayudas, el aumento de las tasas, las trabas burocráticas y los bajos precios que consiguen por el pescado hacen que sea cada vez más difícil mantener a flote un negocio, casi siempre familiar.
LUIS: Nosotros hasta hace bien poco hemos hecho venta directa local. Hoy en día todos los productos frescos tienen que pasar obligatoriamente por la lonja por el tema de control sanitario, estadísticas... Queremos que se vuelva a la venta directa, pero es que a veces no te salen las cuentas de llevar la pesca a Almería, que está a 30 km. Lo que demandamos en la comercialización es que nuestro pescado, que es de una reserva marina, pueda salir con denominación de origen, que ponga la procedencia y el arte con el que se ha pescado. No se puede competir en precios con las grandes pesquerías, pero sí en cuidado y calidad.
LEO: Vendemos el pescado a precios de hace 20 años. Todo lo que pescamos lo controlan los comercializadores, exportadores y conserveros. Hay grandes empresas que se adueñan de las lonjas pesqueras y controlan el precio, cuando nosotros entendemos que son los pescadores los que deberían controlarlo para pescar menos, no explotar los océanos y que ese pescado generara un valor añadido que repercutiera en los pescadores. La UE se está dando cuenta y tiene grandes problemas para solucionarlo porque hay muchos intereses que impiden que esto cambie.
ROGELIO: Cada vez que compramos y consumimos, estamos diciendo qué es lo que queremos, si en vez de acudir a un hipermercado y comprar en la sección de congelados una bolsa de perca o de panga, dedicamos un tiempo a ir a un mercado del barrio o a una pescadería y compramos pescado fresco capturado en nuestra región y nos preocupamos por saber las artes utilizadas para su captura o quién lo pescó, estaríamos haciendo la mejor de las políticas de puesta en valor de lo nuestro y defendiendo al país y a nuestros trabajadores y trabajadoras.
POLÍTICAS PESQUERAS Y LOS «PIRATAS» EN SOMALIA
LUIS: ¡Lo de los piratas es la sinvergüencería más grande que ha existido en el mundo mundial! No sé por dónde empezar, es indignante. Nosotros, en nuestras costas, hemos llegado a ir a los barcos de arrastre a decirles que se vayan, y ¿sabes lo que han hecho? Han tapado la matrícula, nos han tirado piedras, nos han amenazado... ¡Imagínate en Somalia!
LEO: Para nosotros está muy claro, los piratas somos nosotros. Quien diga que andamos muy lejos de la costa y que el mar es muy grande, utiliza las excusas propias de los grandes armadores y de la administración española. El atún no es una especie que esté parada, hace su recorrido para desovar. Si pescan a más de 200 millas («aguas internacionales») en esa ruta migratoria, cortas el flujo hacia la costa somalí y de Madagascar, donde la población local siempre ha pescado con artes menores, y ahora ven que está desapareciendo. Es normal que esa población se subleve. Los piratas somos nosotros, les alteramos el modo de vida y aumentamos la pobreza allí. Cada comunidad tiene que pescar y consumir lo que puede en sus caladeros, si no las consecuencias van a ser muy graves.
MACARENA: La violencia no es solo pegar tiros, la violencia se está ejerciendo desde el abuso de poder. Los gobiernos que negocian los acuerdos pesqueros no están pensando en los pequeños pescadores. Me parece muy cínico e hipócrita por parte de Europa que quieran hacer pensar que son ellos los piratas. Ya hemos hecho eso en otros caladeros, sabemos que está mal, pero como lo estamos haciendo en otras aguas, pues parece que no importa. Por eso es muy importante que los consumidores sepan el coste real del pescado, lo que le cuesta al medio ambiente y las vidas que hay detrás.
LEO: Y el caso es que ese dinero que la UE paga a los gobiernos para pescar en otras aguas no revierte en los pescadores locales, se lo embolsan los propios gobiernos. Los pescadores entonces sufren porque donde pueden pescar 20 barcos, llegan 40. Así surgen grandes problemas en Senegal o Marruecos. Yo he estado allí y hemos acabado con la mayoría de los túnidos y los pescadores locales han salido de allí porque se morían de hambre, han venido hacia Europa y aquí no les queremos recibir...
LA ACTITUD DE LAS ADMINISTRACIONES
ROGELIO: Lo cierto es que los grandes sirvientes de las empresas y el brazo ejecutor de las acciones que más vulneran la capacidad de los pueblos de vivir de su pesca están siendo las administraciones públicas. Hacen la vista gorda o crean políticas al servicio de las multinacionales, impidiendo así que los productores y trabajadores locales vivan de su trabajo y se puedan respetar tanto la biodiversidad como los ciclos del mar. En Galicia, por ejemplo, con la todopoderosa excusa de la creación de empleo, se mantiene la industria de la celulosa y la madera en la ría de Pontevedra, contaminándola y provocando que su valor extractivo sea cada vez menor, por no decir nulo, y los mariscadores y mariscadoras de la zona sufren cierres continuos de la ría.
LEO: La administración dice que las granjas marinas son el futuro de la pesca porque la mar no va a dar peces para toda la humanidad. Para engordar 1 kg de rodaballo en acuicultura se necesita 4 kg de harina de especies salvajes como la anchoveta peruana. Los noruegos van a pescar allí para hacer harina de pescado que va hacia las grandes piscifactorías ¿Esto es la alternativa? Nosotros pensamos que no.
ROGELIO: El tema de las cuotas pesqueras, un sistema dictado por la administración, afecta al futuro de cientos de familias en nuestro país, (los marineros del cerco gallego llevan acampados desde octubre ante la Xunta de Galicia pidiendo una solución y unas cuotas justas). Las cuotas no se están marcando en función del impacto medioambiental, sino según lo que hayas estado declarando que pescas estos años, así podrás seguir pescando, lo cual no tiene sentido si lo que se pretende es conservar los caladeros ni las reservas marinas.
LAS PROPUESTAS EN VOZ ALTA
LUIS: Como complemento a la pesca hay propuestas, como la pesca turística o, sobre todo ofrecer formación continua, retribuida a los pescadores, para promover el relevo. Además, es urgente poner en valor la pesca mediante ferias, divulgación, museos etnográficos...
ROGELIO: Las administraciones tienen la capacidad de apostar por un tipo u otro de producción con muchos mecanismos y entre ellos está la compra pública. No tiene sentido que los hospitales, los colegios, las residencias, etcétera, estén consumiendo pescado congelado de baja calidad y los pescadores locales tengan que tirar el pescado o malvenderlo por unos céntimos.
LEO: Como alternativa, planteamos unas mínimas condiciones de trabajo, no se aplica el estatuto del trabajador al sector pesquero: no hay horario, no hay salario. Estamos generando alimentos y la mar es un bien común y un medio de vida que necesita la sociedad. La gestión privada no es una solución, los armadores solo miran el negocio y diseñan la cadena de manera que esté bajo su control. Las cofradías deberían ser quienes gestionaran como instituciones públicas la extracción, la comercialización y el valor añadido. Hay que preparar infraestructuras en los puertos para que los pescadores gestionen la trazabilidad, para que así la actividad económica revierta en ellos. Y, por otro lado, todo lo que se pesca tendríamos que consumirlo, todo se puede filetear y llevar a comedores públicos, en vez de merluza congelada de Argentina.
ROGELIO: El paradigma de la soberanía alimentaria encaja perfectamente. En los últimos tiempos, hemos asistido a la apropiación del mar por parte de los países enriquecidos, que debido a su incesante capacidad de consumo y a las consecuencias devastadoras en el medio marino, han acaparado la capacidad pesquera de otros países por medio de la política exterior.
MACARENA: Yo soy positiva, sé que no es fácil y que la situación es delicada, y creo que lo peor está por llegar pero confío mucho en la verdad, y la verdad es que la pesca artesanal es respetuosa y es la única que nos podemos permitir. Tengo esperanza en que la gente cada vez se deje engañar menos. Los pescadores deben saber que hay que comprometerse, que el recurso es de todos y que ellos tienen el derecho y el privilegio de gestionarlo, que son los cuidadores, no los propietarios. Y el consumidor ha de exigir que se cuide. Creo que las administraciones van a sumarse. Para salir adelante hay que sentirse arropado y los pescadores ya están empezando a sentirse así.
Ondarroa. Doce Millas
Leo nos cuenta el Proyecto 12 Millas: «Proponemos que 12 millas desde la costa, en toda la península ibérica, sean declaradas como área marina protegida, solo para pesca artesanal. Hoy no hay ningún control sobre esto, y no podemos permitir que grandes barcos trabajen en esta zona y acaben con la biodiversidad. Una zona que sirva de santuario de peces y de pescadores». Estamos trasladando esta propuesta a la plataforma LIFE.
Plataforma LIFE
Tanto Leo como Luis participan en la Plataforma LIFE, que se creó para representar a la pesca artesanal en la UE y hacer frente a los lobbies. «En la última reunión que hicimos en noviembre, se juntaron pescadores de 12 países de Europa y planteamos los problemas: el poco caso que nos hacen los gobiernos estatales, las pocas ayudas que tenemos, etc. Hay una comisión LIFE trabajando en el seno de la comisión de pesca de la UE para que a medio-largo plazo las alternativas que planteamos sean reales».