Manuel de Jesús MORÁN HIDALGO
El pasado mes de mayo se presentó la encíclica del papa Francisco. Sus contenidos, junto con las reuniones y encuentros que está teniendo con los movimientos sociales, se han convertido en un apoyo a las luchas que durante tantos años venimos defendiendo. En este contexto presentamos el artículo que nos ha hecho llegar el Movimiento Rural Cristiano, organización miembro de la Plataforma Rural, donde Manuel de Jesús, desde El Salvador, analiza las repercusiones que la encíclica puede tener en el medio rural.
Hace algunos meses se presentó la encíclica Laudato Si con una referencia clara y contundente a los grandes problemas ecológicos que sufre el mundo, señalando con acierto a los principales países, sistemas económicos e instituciones responsables de los mismos.
No obstante, me gustaría completar esta reflexión diciendo que la encíclica no tiene cosas nuevas ni líneas de acción que los movimientos sociales no hayamos denunciado y ensayado ya en todo el mundo. De hecho, lo que Francisco NO dijo, y que pienso que hubiera sido más decente y honesto, es: «Yo solo vengo a ratificar lo que muchísimas personas de los movimientos rurales han estado gritando y no les habéis escuchado. Felicito a todas las personas activistas de la ecología, cristianas y no cristianas, laicas y profesionales, por tener todavía viva la esperanza de que otro mundo es posible, que otro modelo de convivencia con el medio ambiente es posible, que un nuevo orden económico es posible y hoy quiero disculparme porque la Iglesia católica estaba callada».
Un silencio que tiene que ver con que en un mundo influenciado por el pensamiento religioso cristiano y donde muchas personas cristianas están en espacios de responsabilidad política, nos encontremos con políticas públicas que perjudican a los espacios de vida rural, a favor de un mercado voraz que destruye los recursos naturales.
Hay que subrayar que la encíclica, en este sentido, SÍ es, junto con muchos otros elementos, un argumento más para exigir políticas en favor de la vida digna en el campo y para quienes viven en la ruralidad. Y es claro que el estilo de Francisco le da un liderazgo especial que muy pocos han tenido en el pasado reciente y como decimos «algunas veces no importa lo que se dice, lo que importa es quien lo dice» y eso pasa con el posicionamiento del papa.
Igualmente, los escritos de la Iglesia casi siempre van en la línea de «defender la vida humana», pero este enfoque antropocéntrico es equivocado, y Francisco lo reconoce aduciendo que debemos defender la vida en sentido amplio porque el ser humano solamente es parte de un todo. Y así, recogiendo el pensar de muchísimas personas, sensibilidades y religiones que defienden los bosques, los animales, el agua, las semillas, la tierra, las costumbres locales, me parece que el contenido de la encíclica va a favorecer que se adopten acciones más decididas como ya está sucediendo en diferentes países. Esperemos que sean lo suficientemente ágiles para encauzar bien esas energías y para que los movimientos rurales de resistencia salgan más fortalecidos en sus conquistas.
Me llama también la atención que en la carta se llame a «empujar desde abajo» a organizar desde las bases, algo que no se había dicho nunca desde Roma y eso también es una tremenda novedad. De hecho, la mayor parte de los pueblos tiene jerarquías que viven en «palacios» mientras ellas y ellos siguen en casas de cartón.
Seguro que las grandes empresas no van a cambiar de actitud, seguirán explotando a las personas trabajadoras, seguirán pagando bajos precios a las materias primas, los bancos seguirán embargando las tierras y prestando con gran usura, las empresas semilleras y de pesticidas seguirán contaminando nuestro planeta, seguro, pero una voz más se ha sumado a la denuncia.
Manuel de Jesús Moran Hidalgo
Religiones y cambio climático
La preocupación por el cambio climático y el reto ante la próxima Cumbre COP21 en París, en diciembre, está llevando a que muchas religiones y espiritualidades elaboren declaraciones presentando su posicionamiento. Así, el pasado mes de agosto en Estambul, en el marco del Simposio Internacional Islámico sobre Cambio Climático, la comunidad académica elaboró la «Declaración Islámica sobre el Cambio Climático». En ella, en línea con la encíclica de la religión católica, además de instar a la responsabilidad política de las naciones, advierte sobre la responsabilidad de la especie humana que, desde un sentimiento de prepotencia y superioridad, camina sobre la tierra de forma totalitaria. De esta manera, la religión islámica se suma a otras declaraciones ya difundidas por las religiones budista, judía e hindú.
Islamic Declaration on Global Climate Change
Hindu Declaration on Climate Change (PDF)
A Buddhist Declaration on Climate Change (PDF)
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