Carolina YACAMÁN OCHOA
La experiencia de Fuenlabrada
Existen diferentes experiencias relacionadas con la planificación alimentaria en el Estado español. Sin embargo, consideramos interesante hacer mención a la experiencia de Fuenlabrada (Madrid) por el reto que está suponiendo consolidar un proyecto de planificación y gestión territorial que pone en valor la agricultura de proximidad, con un enfoque de gobernanza y soberanía alimentaria, que intenta desbloquear la situación de parálisis de las políticas públicas a nivel regional y que pretende ejercer un efecto multiplicador de iniciativas similares a nivel local y regional.
AQUELLAS TIERRAS OLVIDADAS
La respuesta parece obvia, pero ¿cómo es que cerca de grandes ciudades tenemos tan buenas tierras agrarias casi olvidadas? Efectivamente, porque la lógica es al revés. Las poblaciones se han ido estableciendo allí donde existían buenas condiciones para asegurarse su propio sustento. Más tarde, con la irrupción del industrialismo, se inicia una ruptura de la relación orgánica que existía entre los cultivos y la ciudad y, por lo tanto, el declive de la lógica del suministro alimentario de proximidad.
El gran potencial transformador del parque agrario surge de la multiplicidad de alianzas.
Esta situación se ha agravado en las últimas décadas, puesto que la actividad agraria ubicada en las regiones metropolitanas ha sufrido la expansión de un modelo de desarrollo territorial basado en la mercantilización del suelo (transformando tierras agrarias en suelo urbanizable) y en la globalización de los mercados agroalimentarios que prioriza el margen de beneficio del producto frente a la calidad, a su origen o a los sistemas de producción. Hoy, salvo excepciones, ya casi no se mantiene actividad agraria en las áreas periurbanas y apreciamos un fuerte deterioro ecológico con la destrucción de gran parte de tierra fértil, así como del patrimonio cultural y paisajístico.
Esta situación nos obliga a desarrollar propuestas territoriales que incidan en un cambio de modelo acorde al paradigma de la soberanía alimentaria, que hagan frente a los retos del cambio climático, el agotamiento de los recursos naturales y la crisis del sistema económico capitalista. Apostamos por una planificación territorial participada que tenga en consideración el papel estratégico de la alimentación y que recupere los vínculos tradicionales entre la ciudad y el mundo rural periurbano.
Ya en algunas regiones metropolitanas se empiezan a consolidar proyectos que prestan una mayor atención al indispensable rol que tiene la agricultura periurbana y de proximidad para el bienestar humano así como para la sostenibilidad de los entornos urbanos. Aquí presentaremos qué y cómo hacemos en Fuenlabrada, centrados en su parque agrario, una experiencia que se inició hace tres años y en la que la Cooperativa Heliconia está participando.
QUÉ ES UN PARQUE AGRARIO
Nos centraremos en el parque agrario puesto que consideramos que es una de las figuras más adecuadas sobre la que poder construir sistemas agroalimentarios a escala local-regional ya que aborda el territorio de manera sistémica, tomando en consideración los aspectos tanto económicos como ecológicos, culturales y sociales del territorio sobre el que se asienta. Su enorme potencial transformador surge de la multiplicidad de alianzas agro-urbanas que se pueden dar cuando existe un proyecto de esta tipología. Actualmente la figura de parque agrario no está reconocida por ley, ni tiene un marco normativo propio como el caso de los parques nacionales. Este hecho ha condicionado que no haya una definición única del término, y son las experiencias en cada territorio, la academia y quienes investigan en la materia, quienes han determinado qué puede ser considerado parque agrario.
Desde nuestro punto de vista, el parque agrario es una figura que ordena, protege y gestiona el espacio agrario ubicado en los entornos urbanos desde un enfoque multifuncional y cuyos objetivos son fortalecer la actividad de las fincas agrícolas, ganaderas y forestales, asegurando la producción alimentaria y los servicios de los agroecosistemas.
EXPERIENCIA DEL PARQUE AGRARIO DE FUENLABRADA
El Parque Agrario de Fuenlabrada comienza a gestarse en el año 2012, en un contexto de parálisis de las políticas públicas en el ámbito regional en materia de agricultura. Desde la administración local, se apuesta por impulsar la creación del parque con el objetivo de dinamizar el tejido y la economía productiva del espacio agrario periurbano del municipio bajo los principios de la agroecología y la economía social, y garantizar la producción de alimentos frescos y de temporada a su ciudadanía. Surge también la necesidad de pensar en un proyecto de ciudad que configure en una sola unidad el núcleo urbano y el campo periurbano.
A partir del diagnóstico de la realidad del sector agrario local y de su base territorial se consensuaron los objetivos estratégicos del parque agrario, recogidos en su Plan de Gestión:
-
- 1. Fomentar el desarrollo de una agricultura viable tanto económica como ambientalmente.
- 2. Mejorar la eficiencia de las infraestructuras y los servicios del espacio agrario periurbano.
- 3. Mejorar la competitividad y la innovación del sector agrario.
- 4. Promover la agricultura de proximidad.
- 5. Generar un territorio multifuncional y un paisaje de calidad.
- 6. Promover la gobernanza y la participación.
- 7. Promover la renovación generacional y mejorar la igualdad de oportunidades en el sector agrario.
- 8. Difundir los activos y recursos endógenos del parque agrario.
A continuación detallamos aquellas cuestiones que consideramos de interés para comprender la aplicación de un proyecto rururbano de escala local, regido bajo los principios de la soberanía y gobernanza alimentaria, esperando que nuestra experiencia pueda ser válida para otras muchas.
SUBSIDIARIEDAD Y ENFOQUE MULTISECTORIAL
Desde el enfoque multisectorial que entendemos que tienen estos espacios, es sencillo y posible hacer que muchas de las políticas públicas municipales se relacionen directamente con el parque agrario. De hecho, en Fuenlabrada se están destinando presupuestos y recursos desde diferentes concejalías (empleo, medio ambiente, urbanismo, etc.) a fortalecer el proyecto en todas sus dimensiones.
Algunas medidas que se han realizado y que resultan de interés han sido:
• la formación para el empleo destinada a mujeres del municipio para que constituyeran cooperativas para transformar producto local en conservas;
• desde la concejalía de sostenibilidad se ha destinado un importante presupuesto a la formación y asesoramiento gratuito en buenas prácticas agrarias a las y los agricultores locales;
• se están poniendo en marcha actuaciones para fortalecer el tejido económico y empresarial vinculado con la cadena agroalimentaria;
• y, como último ejemplo, se ha diseñado una estrategia de comunicación con el objetivo de sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de consumir local y de temporada, tanto desde las redes sociales como en formato papel: calendarios con información de la mejor fecha para consumir producto de temporada, trípticos informativos, artículos en prensa local, etc.
GOBERNANZA ALIMENTARIA
Fortalecer el consenso entre los diferentes agentes sociales del territorio permite establecer una responsabilidad compartida sobre el proyecto de ciudad. Por ello, articular procesos de gobernanza es sin duda la forma más coherente de intervenir a escala local. En este sentido las líneas estratégicas del Parque Agrario se han elaborado a través de metodologías participativas, otorgando un papel relevante a la comunidad municipal de regantes. Esto ha sido posible porque el órgano de gestión ha asumido su papel como coordinador entre los diversos agentes involucrados del municipio. Se han elaborado mesas de trabajo implicando a los agentes sociales, económicos y representantes de la administración local y regional para determinar el modelo de parque agrario a desarrollar y las estrategias necesarias a ejecutar por anualidades.
Agricultura de proximidad y circuitos cortos de comercialización Para conseguir establecer un sistema alimentario territorializado, es necesario adoptar medidas para regenerar canales de comercialización a escala local. En el caso que nos ocupa, se está coordinando desde el año 2014 una campaña bajo el nombre Cómete Fuenlabrada. Durante los meses con mayor producción se colocan distintos puntos de venta directa en los distritos del municipio para la venta de producto fresco y de temporada, así como conservas realizadas con producto del Parque. También se han organizado varias ediciones de la Feria Agroecológica que se ha convertido en un espacio de confluencia con otros proyectos productivos y entidades de economía social y solidaria del sur de la Comunidad de Madrid.
DISTRIBUCIÓN MINIFUNDISTA Y DESARROLLO LOCAL SUSTENTABLE
Favorecer la existencia de un amplio colectivo de personas productoras, propietarias o arrendatarias a pequeña escala, es necesario para asegurar que el espacio agrícola esté más democratizado y que su impacto en el desarrollo económico del entorno sea mayor. También es necesario trazar medidas que aseguren la presencia de las mujeres en la actividad agraria como motores del desarrollo local endógeno, fortaleciendo, tal y como recoge el Plan de Gestión del Parque, la igualdad dentro de un sector por excelencia dirigido por hombres.
Por ello, en Fuenlabrada hemos realizado una base de datos con todas las parcelas rústicas del municipio con el objetivo de desarrollar un Banco de Tierras y facilitar el alquiler a nuevos proyectos productivos, según determinados criterios. A la vez, establecemos pautas para que todas las fincas activas estén asociadas y trabajen de forma cooperativa, compartiendo recursos y planificando la producción de forma conjunta según las demandas locales. Y, desde luego, apoyando para que tengan una presencia activa en la gestión del espacio agrario y en las decisiones que atañen al futuro del Parque.
BUENAS PRÁCTICAS AGRARIAS
La transición hacia sistemas agroalimentarios locales debe ser compatible con la conservación de los recursos naturales y esto condiciona que la viabilidad de las explotaciones agrarias no sea a costa del agotamiento de los recursos naturales. En este sentido, se ha realizado un plan formativo para que las fincas agrarias del parque mejoren sus manejos.
LOS PAISAJES AGRARIOS COMO VÍNCULO ENTRE EL MUNDO RURAL Y URBANO
Por último, defendemos que es necesario poner en valor el importante patrimonio cultural, natural y paisajístico asociado a la actividad agraria tradicional. El patrimonio construido como las edificaciones (viviendas tradicionales, arquitectura tradicional) y las infraestructuras de apoyo a la actividad agraria (acequias, fuentes, palomares, abrevaderos, etc.) son muestra de esta riqueza y de identidad. Por ello en Fuenlabrada hemos decidido que conservarlos es fundamental para recuperar el nexo entre el mundo rural y el urbano. En este sentido, primero asociamos los productos del parque con sus paisajes, pues fortalece el acto de una alimentación consciente que reconoce la identidad de un lugar, con una historia y un buen hacer frente a productos producidos en masa. Y segundo, también se están llevando a cabo medidas para favorecer el acceso público (señalización, visitas guiadas al parque, etc), al disfrute del paisaje al interior del parque, con las precauciones necesarias para no entorpecer la actividad agraria.
A MODO DE CONCLUSIÓN
La transición hacia un modelo de ciudad compacta, resiliente, saludable, con identidad y democrática se consigue estableciendo procesos duraderos en el tiempo y con un amplio consenso político y social. El Parque Agrario de Fuenlabrada ha sembrado una semilla en este sentido, y todavía le queda mucho camino por delante para poder consolidarse en una alternativa real y madura.
Socia trabajadora Heliconia scoop.mad
Directora técnica del Parque Agrario de Fuenlabrada. (2012-2014).
Más información: www.parqueagrariofuenlabrada.es